Hoy desperté pensando en Jimena y Claudia, pues había soñado con ellas. Luego, después de pensar cuánto tiempo más dormiría, leí unos mensajes que llegaron durante la noche y que me hicieron sonreír. Pensé entonces, que a pesar de ser jueves, probablemente no sería un día tan malo como creía.
Estuve listo para salir de mi casa cuarenta minutos después, y paré un taxi pensando en lo caro que me estaba costando salir tarde todos los días. Al llegar, me bajé del carro y atravesé el estacionamiento de la universidad corriendo, tome aire y empuje la puerta del salón mientras pensaba que era un descarado completo por llegar tarde cada sesión.
Terminé clases y salí con Robersson hacia el centro comercial Arenales; llegué, jugué, me encontré con Claudia, la besé, me despedí y regresé a la universidad. Pensando en todo y en nada, pero siempre pensando.