sábado, 12 de diciembre de 2009

Puto, maldito, perverso.


De pronto, cuando escuchas que te está diciendo “idiota”, “egoísta” y “tarado”; no te lo tomas en serio y amilanas tu enojo respondiendo con frases frescas y descaradas; sintiendo el morbo y la satisfacción que solo puede hacerte sentir el hecho de enfurecer a alguien con indiferencia.
De pronto, inventas razones que justifican muy bien tu comportamiento huraño, pero que rasgan tajantemente tu sinceridad en dos y alimentan tu innata capacidad para mentir.
De pronto, te importa más el que opinará el mundo exterior acerca de tus problemas interiores, y fuerzas tus argumentos a ser falsos solo por quedar bien.
De pronto, finges opinar algo que no opinas, gustar de algo que no te gusta, reír de algo q no te da risa y creerte el más osado del mundo por saber dominar las situaciones a costa de manipulación y cursilerías.
De pronto sientes tanta rabia de ti mismo, tanta envidia de lo común y corriente, tantas ganas de mentir para ser un poquito más normal; que te alienas, te mutas, te transformas.
Es entonces donde sale a flote la bestia malévola que eres, el animal rastrero que se oculta bajo tu cara inocente y la máquina de odio que manipula tus acciones.

viernes, 27 de noviembre de 2009

Pienso

Hoy desperté pensando en Jimena y Claudia, pues había soñado con ellas. Luego, después de pensar cuánto tiempo más dormiría, leí unos mensajes que llegaron durante la noche y que me hicieron sonreír. Pensé entonces, que a pesar de ser jueves, probablemente no sería un día tan malo como creía.


Estuve listo para salir de mi casa cuarenta minutos después, y paré un taxi pensando en lo caro que me estaba costando salir tarde todos los días. Al llegar, me bajé del carro y atravesé el estacionamiento de la universidad corriendo, tome aire y empuje la puerta del salón mientras pensaba que era un descarado completo por llegar tarde cada sesión.


Terminé clases y salí con Robersson hacia el centro comercial Arenales; llegué, jugué, me encontré con Claudia, la besé, me despedí y regresé a la universidad. Pensando en todo y en nada, pero siempre pensando.


martes, 24 de noviembre de 2009

4ta calificada de mate


Hoy di el peor examen de mi vida.
Llegué con veinticinco minutos de retraso, y tardé otros veinticinco para empezar a intentar resolver los problemas seriamente; deambulé mentalmente alrededor de una puta ecuación de demanda durante media hora y me odié en silencio los diez minutos restantes. Firmé mi impecable hoja de respuestas y guardé mis cosas.
La chica del costado me pidió alguna respuesta, aprovechando que el supervisor estaba distraído; entonces me aguanté las ganas de mandarla a la mierda y le mostré mi hoja descaradamente. Se sorprendió.
Entregué mi examen y salí. Fuera algunos amigos me cuestionaron incansablemente, si me había salido la penúltima, si había podido graficar  la cuarta y si el rango de la tercera podía ser negativo. Me escuché a mi mismo evitando a algunos; pero peor aún, escuché a mi voz respondiendo correctamente algunas cosas que mi mano no había escrito durante la prueba. (“la abscisa sí admite valores menores e iguales al radio, pues huevón; porque te dice que la parábola estaba en el eje horizontal”)


La confusión trepó a mi cabeza y apreté los nudillos involuntariamente, forcé una sonrisa de despedida y salí corriendo hacia la biblioteca.


Y heme aquí, junto a mis manos; que se reparten las tareas de arrugar coléricamente un examen que pude haber resuelto si me tranquilizaba y la de escribir estas líneas; tan simples y poco elaboradas, tan vacías de poetismo.
Tan llenas de rabia.

lunes, 23 de noviembre de 2009

Palomitas y responsabilidad social en el fin del mundo.

Hoy fuí a ver la película 2012 con Clau y los hijos de pta no me dejaron entrar con mi pop corn para microondas..! :@

Ptmaree..! si no era por Claudia (q odia q hable de economía) hubiera hecho mi escena. Algo así como:

¿Cómo q no puedo ingresar con mis palomitas?

¿Y quién eres tu, huachafita?

Nadie pues, llama al administrador.

A mí no m importa si está prohibido, q me lo diga tu jefe.

Dije el administrador, iwalada incompetente; no al personal de limpieza.


martes, 1 de septiembre de 2009

Mi primer cuento.


I
Preparaba presuroso su maleta, tarareba triunfante una canción, miraba nervioso su reloj y sonreía clara, decidida, sinceramente.
"Hoy es el día" apenas susurró.
En otra habitación de la casa, su madre refunfuñaba casi en silencio y procuraba pensar en otra cosa para no perder los estribos; ahora que lo pensaba mejor, aquel viaje sería una pérdida de tiempo para Franz porque perdería clases en el colegio y sabe Dios que clase de chicos irían a ir con él; pero sabía, al igual que su hijo, que ya no podía hacer nada para impedirlo a estas alturas. Suspiró indignada.
A él, por otro lado, la oportunidad nunca la hubiera podido parecer más propicia: Franz quería salir de allí. El deletéreo final de un romance apresurado y las permanentes discusiones con la gente que quería en su hogar, en su colegio, en su barrio y en su vida en general lo deprimían a más no poder; todo esto, sumado al prejuicio absurdo que reza "los hombres no lloran" y que estaba tan metido en él, lo encerraba en una celda emocional que le empujaba la tristeza a los ojos, pero que no le dejaba convertirla en lágrimas.

Su papá le ayudó a cargar sus cosas a la pick-up negra y lo llevó al aeropuerto, despues de hacer el check-in de rutina y darles un abrazo a sus progenitores prometiendo no libar licor en toda la travesía, Franz se sacó la cadenita que siempre había colgado de su cuello y la tiró a un elegante tacho plateado; no era regalo de nadie, se la había comprado en una joyería cercana porque le gustó y porque estaba en oferta, ese pedazo de metal le recordaba a sí mismo, y en ese momento, con todos sus problemas latentes y sus recuerdos tristes; decidió que despojarse de esa pieza sería un primer paso para recuperar su tranquilidad.
Franz conocía a un par de chicos de los once viajeros que integraban el grupo, de los cuales, solo dos eran mayores de edad y por lo tanto, firmaron como los "tutores" del grupo; empero, Juan Diego, el verdadero organizador y financiador de la travesía, era realmente quien estaba al mando, semanas antes se había presentado en sus casas como el flamante presidente nacional del Programa de Municipios Escolares y los invitaba a acompañarlo a la selva en calidad de vocales distritales; una hora después, sus padres, seducidos por sus palabras rebuscadas y sus gestos perfectamente coordinados, asentían satisfechos y los miraban victoriosos.



Sin embargo, para los chicos viajar con Juan Diego significaba la oportunidad de salir por las noches en una ciudad nueva, comer en buenos restaurantes, conocer chicas guapas e ir a cuanta fiesta se organice a cambio de ponerse el uniforme un par de horas al día y asistir a ceremonias de honor donde los inmerecidos galardonados eran ellos.




II
"Hola, soy Coco" le dijo el niño que se sentaba a su lado "¿Cómo te llamas tú?"
Él se molestó un poco, no estaba de humor para hablar de Discovery Kids con ese niñato molestoso.
"Franz Lisboa"contestó despacio.
"Ala, que feo nombre" musitó inocente el chiquillo.
Se volteó violentamente sin hacer caso y cerró los ojos, sintió turbulencia, despegaban.
"no no, no quise molestarte" se disculpó el chico "el mío tampoco suena tan bien, Coco Carrasco, para servirte" continuó mientras trataba de hacer una venia ridícula.
Franz se sorprendió un poco, la joyería donde había comprado su cadena era la de la familia Carrasco; y, si mal no recordaba, mientras pagaba en caja vio, detrás del mostrador, al costado de su mamá, a un niño como el que ahora se sentaba a su lado.
"¿Bromeas? Tu nombre suena horrible" le contesto suavizando la voz "Mucho gusto Coco; ey, ¿te parece si conversamos al bajar del avión? Tengo un poco de sueño"
"Si no querías esa cadena, yo hubiera podido conseguir un buen comprador y repartir las ganancias a mitades; pero la tiraste, bruto, era de plata" fue su respuesta.
Franz se carcajeó un rato "no hay forma" le dijo "tu mamá me la vendió a cinco soles"
"Imposible, que yo sepa tenía buen acabado, y nada que sea de plata cuesta cinco soles, y menos en la joyería de mamá" bufó terco el chiquillo.
"Te digo que no creo q fuera de plata, tengo sueño Coco" fue lo ultimo que Franz dijo.
"En Carrasco's Jewels todo es de la mejor calidad y no vendemos baratijas" contestó casi a gritos el molesto chiquillo; abrió su libro y, como si de un ritual se tratara, continuó leyendo.




III
Una hora y media después, mientras baajaban por la escalerilla del avión, una extraña sensación de viscosidad trepó por sus pies y los envolvió por completo, frente a sus ojos, finalmente, se erguía Iquitos, la ciudad del amor.
Debido a la casi literal inexistencia de taxis en esa ciudad, en algunos minutos cinco motocarros formados en caravana y con las puertas abiertas avanzaban uniformemente sobre la carretera; Susan y Carolina, las dos chicas del grupo, disfrutaban a ojos cerrados de la cálida brisa que alborotaba sus cabellos; y los chicos, fieles al instinto, lanzaban piropos subidos de tono a las simpatiquísimas muchachas que caminaban por allí; animados por las discretas carcajadas de Franz y los jubilosos gritos de guerra de Coco, el más joven, juguetón y risueño de todos.




IV
Al día siguiente, instalados en una bonita casa del centro y bajo la tutela de la mamá de Juan Diego (los tutores provisionales ya habían partido), el grupo se encaminó a la municipalidad de Loreto; y, luego de sonreírle una hora al alcalde mientras Juan Diego hablaba, almorzar en un restaurante tradicional y pasar toda la tarde en un billar sucio; regresaron a dormir exhaustos y felices: Los lazos de amistad, rápida e irremediablemente, comenzaban a afianzarse.




V
Sobre todo el que unía a Franz y Coco; la despreocupación y mente fría de este se complementaba a la perfección con el alma traviesa e inmadura del chiquillo; las bromas que juntos hacían eran las más aplaudidas; (si es que Franz estaba de tan buen humor como para bromear) y sus discusiones, las más mordaces (si es que Coco estaba de tan mal humor como para discutir). Los unía, además, el gusto común por las matemáticas, la comida selvática, los helados y las chicas de rasgos orientales.
“Franz, mira, la de la banca, qué chica, Dios mío…” decía David, asegurándose de elevar la voz lo suficiente como para que Coco pueda oírle y la susodicha muchacha, no.
“¡Asu…! Qué rica chinita” soltó Franz lentamente, como relamiendo sus palabras “Habrá que acercarse a saludarla ¿no?” susurró mientras, fiel a sus palabras, empezó a caminar con dirección a la banca más próxima del parque.
Toda la comitiva (incluyendo a las chicas que antes se oponían a esta clase de bromas) saltó una risita cómplice y paró las orejas. Coco, emocionado y casi al trote, salió del grupo a darle alcance a su amigo.
“Mi amor” empezó Franz un poco nervioso “Me pregunt…”
“Oye, baboso, deja de fastidiar a mi señorita enamorada” lo interrumpió Coco, que actuaba muy bien “¿Qué no ves que tenemos una cita?”
La chica bajó la mirada avergonzada.
“¿Estás demente? Empezó a gritar a voz en cuello el mayor “¡Esta preciosura te lleva una cabeza! ¿Sabes cómo te dejará cuando le saques la vuelt…? Se detuvo de improviso en el momento en el que la chica salió disparada unos cuantos metros más allá; su grupo de amigas, a las que había estado esperando, había llegado.
Los chicos del grupo, que dispersos cerca de ahí habían estado tratando de escuchar y ver la broma, lanzaron un suspiro decepcionado.
“¡Rayos!” musitó Coco “El show ni siquiera había empezado”
“Franz, luego de darle una fugaz palmeada de consuelo a modo de broma, se acercó a las chicas que habían llegado.
“Hola” les sonrió “Somos un grupo de chicos que no conocemos la ciudad y que no tenemos mucho que hacer” Algunas se rieron “Y tú, amiguita” se volteó hacia la muchacha de la broma “Eres la primera víctima de nuestros roches públicos que escapa a salvo y vive para contarlo”
“Pensé que me iban a robar, tonto” dijo la chica esbozando una sonrisa “ustedes los limeños son muy vivos” completó.
Estallaron algunas carcajadas anónimas, Franz reconoció las de Coco, Juan Diego, David y Susan.
¿Y por qué piensas que soy de Lima” le preguntó
“Por tu dejo, tú y tu hermanito hablan más rápido de lo usual y su voz es más cantarina que la que se usa en el resto de ciudades; a excepción de Arequipa y Piura, claro; los lonccos y paitas hablan casi cantando” informó la chica
El muchacho se quedó sorprendido, ella parecía una chica inteligente, además de insufriblemente atractiva.
“Vuelve a decir que soy su hermanito y te saco la vuelta de verdad” soltó Coco al llegar junto al grupo “Hola chicas, un placer” continuó haciendo la ridícula venia que había intentado, días atrás, en el avión.
Ahora todos rieron con la gracia; y, poco a poco, los chicos fueron uniéndose a la reunión y, al igual que las iquiteñas, se presentaron uno por uno.
Mientras, Franz continuaba la conversación.
“¿Cómo sabes todo eso?”
“¡Ni que fuera la gran cosa!” dijo riendo la muchacha “Viajo mucho con papá, he vivido en siete ciudades” confesó
“Wow… eso es sorprendente” musitó el chico “yo no podría” le dijo “a propósito… ¿Cuál es tu..”
“Marianella” le corto la chica radiante
“Bueno chicos, es hora de irnos; tenemos una invitación para un colegio en Belén” comentó la señora Lula, mamá de Juan Diego.
Todos se despidieron con desgano y los grupos se separaron. Luego de dar cinco pasos, Franz decidió que quería volver a ver a esa chica, a Marianella.
“¡Ey! Chicas” ambos grupos se detuvieron sorprendidos “estos chicos me dicen que les está ardiendo los pies por irse a bailar a una discoteca esta noche, ¿se animan?” preguntó
“Sí, claro” soltaron juntas.
Y, luego de un fugaz intercambio de números telefónicos, los grupos se separaron. Algunos palmeaban victoriosos los hombros de Franz.




VI
Llegada la noche, limpios y perfumados, los chicos salieron con dirección al Shadow’s, donde se encontrarían con sus nuevas amigas; compraron entradas y algunos cigarros y su pusieron a la cola. El lugar estaba atestado de gente.
Coco no cabía de emoción en sí, sería la primera vez que entraba a una discoteca y le encantaba bailar. El chiquillo fue, sin duda, quien se aseó con más esmero y perfumó con menos decoro. Por otro lado, Franz, rememoraba en silencio las frases bonitas que había aprendido para Marianella, quería sorprenderla.
“Documentos, ñaño” le pidió el guardia a Coco “o no entras”
“Pero solamente falta él” le supliqué al guardia desde dentro “y hace rato entró un pata más chato que él” continuó “no seas malo pues”
Pero el vigilante fue inflexible, Coco se quedó fuera.
“Tomaré una moto, no se preocupen” alcanzó a decir antes de salir corriendo. Lloraba.
Caminó una cuadra,y, cuando estaba a punto de subirse a un motocarro, sintió una mano en su hombro, se volteó alarmado, y se encontró con Franz.
“No pensabas que iba a dejar que te vayas solo ¿o sí?” le dijo riendo su amigo “es peligroso andar solo a estas horas, te pueden secuestrar y violar” le dijo ”ya sabes que estoy en contra de la prostitución infantil”
Coco, que aún era un niño, lo abrazó con fuerza.




VII
El niño le contó muchas cosas a su amigo esa noche; y su amistad, si bien era fuerte, se alimentó de tornasolados secretos y generosas promesas en esa conversación que duró hasta el amanecer, se volvió invulnerable
Franz vio a Marianella al día siguiente, salieron juntos y se enamoraron. Vivieron cada día como si fuera el último, y a decir verdad, fueron los últimos. Cada costura en el corazón de Franz que había sido zurcido por el amor de la chica y la amistad de Coco se rasgó por la mitad el día de la partida.
Y, mientras se ajustaba el cinturón de seguridad y la aeromoza daba las instrucciones de rutina, fue Franz quien rompió a llorar. Triste, impotente, furiosamente.


VIII
Algunos días después Coco lo llamó y lo invitó a dar un paseo. Franz aceptó y en un par de horas se daban un fraternal abrazo.
“¿cómo has estado, amigo? Preguntó inocente, como siempre
“Bien Coco, un poco mejor…”
“Era lindísima, ¿sabes?, pero no la única chica del planeta” se arriesgó un poco más “¡Vamos!, no seas gil, fue una obsesión pasada”
“Lo sé” contestó su amigo desganado “relájate Coco, estoy mejorando”
Ambos se quedaron en silencio un rato.
“Me alegra oír eso” dijo finalmente el jubiloso niño y, con la mejor de las sonrisas, le extendió la mano y le entregó algo.
“Tenías razón” continuó Coco “tu cochinada le costó dos soles a mi mamá, no era ni de lata” le dijo
“Pencé que en Carrasco’s Jewels no vendían baratijas” contesto sonriendo y sin mirar aún lo que tenía en la mano
“Bueno… como puedes ver, ya no” finalizó el niño
Entonces, Franz abrió el puño y pudo ver, colgando de su mano, reluciente y hermosa, una cadenita de oro.

domingo, 30 de agosto de 2009

¿Como será mi hijo?

Me río. He encontrado una página web donde, a partir de un par de fotos, se crea un tercera con la imagen de el virtual bebé que nacería como consecuencia de la unión de esa pareja; y tras algunos fallidos intentos (bebés rubios, crespos, yo huesudos; nada creíble, sobre todo si ven mi foto y la de mis platónicas parejas), me he resignado a seguir tratando.

No necesito un estupido profeta infantil virtual. Quiero que la primera vez que vea a mi hijo, si es que no soy infértil; sea en el hospital, con la mujer que ame cargándolo, ensangrentado y lloroso. Encantador.

Por si acaso les dejo el link más abajo.

PD: Al parecer el site ese no es "open mind", ya que no funciona con fotos de personas del mismo sexo (a no ser que parezcas ser del otro); ya lo intenté, y por curiosidad, claro.

¿Y a tí que mounstrito te sale?


http://www.makemebabies.com/

sábado, 22 de agosto de 2009

A los pocos, gracias.

Desde hace bastante tiempo que no escribo nada (o al menos, no lo posteo); me tildarán de poco persistente y todo... pero esperaba que al menos alguien comente algo, ¡Vamos! mi ego blogger estaba por los suelos y nadie lo levantaba; es por eso que empecé a resignarme de a pocos y a pensar de que no valía la pena continuar escribiendo, teniendo en cuenta que este blog vivirá a lo más un año y un mes a partir de ahora, ya que estoy a punto del cumplir 17 y para entonces dejaré de ser "menor de edad" (miradita de indiferencia a Renato Cisneros).

Pero entonces, algo paso; leí un mensaje antiguo del Twitter del que nunca antes me había percatado, un tipo (que vive en Madrid, según su perfil) me agradecía por haber estado leyendo sus twits y me animaba a continuar con el blog, diciendo que la idea le parecía interesante; bueno, no le tomé mucha importancia al principio, pero en la tarde, cuando entraba al facebook decidido a superar mi antiguo récord en Crazy Comb, mi mirada porfiada y autosuficiente de quien quiere llegar a ser algo (emperador del pedal) se desvaneció: Diego, un amigo sabelotodo de la universidad al que aprecio mucho, había comentado los dos post; y me sentí feliz.

Finalmente, Iris, una chica que recién conozco y que sin embargo se hizo una gran amiga rápidamente, me dijo en el chat que también había leído el blog; y, mejor aún, una chica especial para mí le puso "me gusta" a la entrada donde puse el link. Bingo.

Antes de que Marco Sifuentes venga a tornarme el hazmerreír de la comunidad virtual, y a comparar sus 10 000 visitas diarias con mis dos comentarios en cuatro meses y por la misma persona; agradezco de corazón a los diez gatos (siendo optimista) que han visitado este site y se han tomado la molestia de leer las sabias, sinceras y emotivas incoherencias que mi puño escribe; (sí, redacto a mano en mi block y luego uso la laptop) ustedes me han ayudado a decidirme por continuar con esto.

lunes, 22 de junio de 2009

Flojera, maldita flojera...

Lunes por la noche y la laptop sigue encendida, mis hombros caídos, mis ojos abiertos; juré que esto no pasaría más, pero sigo en la misma rutina de siempre: matando el tiempo en internet mientras un kilo de y medio de fotocopias me aguardan en el escritorio, fotocopias que debo de leer para pasado mañana. Misión imposible.

He pensado seriamente en dejar de escribir, o mejor dicho, en no comenzar a escribir nunca; vamos! la única persona que pasó por el blog y se hizo seguidor fue Juaneds (eyy... si lees esto, puess.. graciass ah.!); ¿razón? pues la misma por la que aún no comienzo a estudiar, por la que no publico ningún post desde la presentación, por la que no me pongo una chompa encima a pesar de estar resfriado, por la que no salgo con mi enamorada y recibo un poco de "calor humano"; ¿razón?: Porque me da flojera.

Y es que es verdad, hace una semana vi un anuncio publicitario de la UPC: un libro viejo, desfazado, roto; y con letras doradas en la tapa se leía "Mañana lo hago - A. Tomorrow": El cuento más viejo del mundo. Pues bien, me empecé a reir como un loquito en la combi y el cobrador me miró divertido, no es que dé mucha risa, pero esa frase forma parte de mi léxico más selecto y exclusivo, la uso mucho; y a decir verdad, dejo muchas cosas para "mañana".

Esa desidia tan fácil de adoptar y tan dificil, al menos para mí, de liberar; ese gusto por la inamovilidad tan peculiar, tan relajante, tan mío. La flojera existe para todos y en todos los tamaños, colores y estilos imaginables; ¿dices que no? pues te apuesto mi PS2 a que no aguantas todo el mes sin aburrirte nada de nada, osea, facil te aguantas y todo, pero una cosa es soportarlo y otra muy diferente (e imposible) no sentirlo, ¿manyas?

¿Dices que que la vida no es aburrida si te gusta vivirla, o algo así?
Bastante floro hay en el post con lo que escribo yo, creo; la flojera, aunque sea poquisima, siempre estará allí: deshaciendo, influyendo, desganando, incitando, adormeciendo la voluntad.
No la niegues, no la ocultes, no la ataques.
Déjala ser.

PD: SI con todo esto captaste mi vagancia sistémica al más alto nivel, lo siento, no fue mi intención halagar la ociosidad. Sé que esta mal y procuro cambiar, de veras (risas), pero frustra un poco darte cuenta de un error y no saber que hacer para cambiarlo. Frustra no encontrar una "motivación" para hacer las cosas a cabalidad y como deben de hacerse. Frustra saber con certeza milimétrica que todo el mundo es flojo, al menos un poco, al menos en algún momento, y nadie lo dice porque pueden ser tildados de "vagos". ¿Eres del montón de "todo el mundo"? El post es todo tuyo.

domingo, 17 de mayo de 2009

Crisis, PBI, inflación y una mierda.


¿Yo?


Pues... Dieciséis años (¿itos?), 1.70 de estatura ( =( ), curiosidad malsana, flojera crónica y con 20 kilos de fotocopias por leer en mi escritorio ("por leer" no significa necesariamente que vaya a hacerlo); ok, suficientes datos, incluso diría que son demasiados datos para ser el primer post que escribo.

Estudio economía en la Universidad del Pacifico, soy un tipo que aún no tiene necesidad de afeitarse y que tiene dentro un ente caprichoso (como muchos) que le dice que debió postular a literatura, que debió hacer caso a su voluntad infantil y no a la influencia de su padre, sutilísima pero influencia al fin y al cabo, que es preferible escribir libros que no se venden, articulos que no se conocen, posts que no se leen...


Pero me paso la vida procurando callar esa parte mía que dice todas estas cosas, porque si bien yo nunca me decidí sin titubear por economía, tampoco dije textualmente que quería ser escritor, o talve sí lo hice, pero nadie me escuchó y puesto que esa parte que me para atarantando la vocación no puede decir nada a nadie, hoy niego que lo dije y se acabó.

Ya que estoy confundido, hare lo que es más lógico y que sin embargo es también lo más complicado, en este blog soy un escritor, no un economista (y que dicho sea de paso, recién lo seré en cinco años); creo historias, no cuadros estadísticos (que dicho sea de paso, aun no sé crear); hago estudios literarios y no de mercado (que no tengo AÚN idea de como se hacen, pero que bien suena ¿no?); aquí no me interesa el entorno económico, aquí escribo lo que me atrae, lo que me interesa, lo que me apasiona.. Y lo demás al tacho... ¿ok?

Me gustaría que lean todo esto y me digan su opinión (si todos hacen "críticas constructivas" me suicidaré), y si es que en realidad alguien aún esta leyendo estos últimos parrafos pues permítame expresarle mi más profunda, sincera y expresa admiración; eres muy dificil de aburrir ¿eh?.



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